CUIDADO Y LIMPIEZA DE CRISTALES
Los cristales nuevos deben limpiarse antes de ser utilizados.
La limpieza elimina la energía no deseada y restablece su pureza original, el paso de mano en mano, la manipulación en la extracción, pulimento y sobretodo durante la venta del cristal puede desestabilizarlo.
Luego de la primera vez solo es necesario restablecer su limpieza si se siente pesadez o incomodidad, o cuando ha sido utilizado en sanación y puede haber quedado cargado con la energía que ayudó a liberar.
Esto se nota pues las piedras parecen perder su brillo, volviéndose tristes y apagadas.
Sin embargo en general el mismo cristal tiene la capacidad de auto liberarse de esa carga ya que el objetivo altruista restituye los valores energéticos al cristal.
Hay diferentes métodos bastante sencillos para la limpieza y purificación:
SAL MARINA: Colocarlos en un tazón con un poco de sal marina, seca, y “jabonarlos” durante unos minutos. Dejarlos alli durante 24 horas. Lavarlos en abundante agua fria y ponerlos a secar al sol al menos 3 horas. Esa sal no la podremos utilizar más.
TIERRA: Enterrar los cristales durante 24 horas directamente en la tierra. Lavarlos en abundante agua fria y ponerlos a secar al sol al menos 3 horas.
SOL Y AGUA: Lavarlos en abundante agua fria y ponerlos a secar al sol al menos 3 horas.
BARRITAS DE INCIENSO: Purificarlos pasando el humo del incienso de olor agradable durante unos minutos.
SONIDO: Purificarlos haciendo sonar una campana, un gong o un diapasón, emiten sonidos puros que limpian energéticamente.
OTROS CUARZOS: Juntar cristales entre si o apuntar varias puntas de cuarzo específicamente hacia al cristal que se desea recargar o colocarlos directamente sobre una drusa de cuarzo o amatista.
lunes, 3 de marzo de 2008
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